Nuestros terrenos de crianza producen la mejor carne del mundo, basada en una alimentación rica en bellotas. Este alimento enriquece las propiedades de la carne de los cerdos, convirtiendo al jamón de bellotas 75% ibérico en todo un manjar.
Cabe destacar que, durante la montanera, los animales tienen total libertad de alimento y espacio (tres hectáreas por cerdo), alcanzando su punto óptimo de peso. Como resultado, esta dieta dota a los jamones naturales de bastante carne y ácidos oleicos, para beneficio de la salud cardiovascular.
Todos estos aspectos son rescatados durante el proceso de curación, que dura alrededor de dos años. De esta manera, nos tomamos el tiempo de preparar un alimento seguro y que respete todas las normas de calidad correspondientes.
Es nuestro compromiso ofrecer productos de primera calidad para satisfacer a nuestros clientes. Así, destinamos lo mejor de nuestra tierra para lo mejor de nuestra empresa, nuestros clientes.